Luis Fernández Caubí reconocía que ganó su trabajo porque tenía suerte y un amigo quien podía ayudarlo. Aunque estaba agradecido tener un trabajo en Miami, no era el trabajo ideal. Es evidente que ésto lo sabía cuándo su hija pequeña lo dijo que ella no quisiera que él fuera Coca-Colero. Tuvo un momento de reflección. Tenía orgullo que pudiera buscar un trabajo y estaba aprendiendo bien cómo su vida nueva fuera a funcionar. Pero también, reconocía que en Cuba él tenía un trabajo más prestigioso. Era abogado, pero no podía practicar el derecho en Miami, porque no hablaba inglés.
Claro su, niña no reconocía la diferencia en clase entre un coca-colero y un abogado. Solo estaba enojada porque prefería Pepsi, y quería que su padre trabajara para Pepsi en lugar de Coca-Cola. Yo estaba soprendida que un niña tan pequeña supiera la rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi. ¿Ella lo sabía, o simplemente sabía que Pepsi era su refresca favorita?
Ay, Papí, no Seas Coca-Colero, La Historia de mi Cuerpo, y In Between comparten la tema de inmigración. Todos de éstos cuentos reflejan en las experiencias que tienen los inmigrantes en un país nuevo: los Estados Unidos. Aunque ésta audición tiene un estilo más feliz, todavía expresan la anxiedad que tiene el autor en un país nuevo. Era su historia personal, la misma cómo los dos lecturas.
Sí, es cierto que su trabajo como coca-colero no era un trabajo ideal puesto que en Cuba fue abogado y ganó más dinero. En los Estados Unidos, su trabajo era duro, físico, le dolía la espalda y ganó mucho menos dinero.
Como dices, la reacción de la niña es interesante. Creo que ella, por su edad, no sabía nada de la rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi en los Estados Unidos. Creo que ella simplemente prefería Pepsi y por eso quería que su padre fuera pepsi-colero en lugar de coca-colero.
¡Excelente, Lauryn!